DIENTES SENSIBLES
La sensibilidad dental (que también puede denominarse hipersensibilidad o sensibilidad dentinaria) se define como un dolor corto y agudo que aparece en los dientes como respuesta a un estímulo térmico (frío o calor) y táctil (la comida, la lengua, el cepillo de dientes).
Los dientes están formados por tres capas:
-La capa exterior denominado esmalte.
-La segunda capa denominada dentina, que es más blanda con respecto al esmalte y contiene millones de agujeros pequeños.
-Por último, la pulpa (en ella se encuentra los nervios del diente) que es la capa más profunda.
La sensibilidad dental se produce cuando la dentina de dentro de los dientes queda expuesta, descubriendo los pequeños agujeros dentro de ella. Hay dos razones principales por las cuales puede producir sensibilidad y éstas son: el desgaste del esmalte dental y la exposición de las raíces de los dientes. Sin embargo, algunas veces, el malestar dental es causado por otros factores, como un blanqueamiento, una caries, un diente agrietado o un empaste desgastado.
Por lo tanto, qué hay que hacer para tratar los dientes sensibles:
– Primero, acudir a la consulta dental para descartar que la sensibilidad la esté produciendo una caries o cualquier otra patología
-Cepillarse y usar el hilo dental o cepillos interdentales dos veces al día para evitar enfermedades periodontales.
-Cepillarse con suavidad con un cepillo con filamentos suaves. De este modo evitará un cepillado extremadamente agresivo y protegerá el esmalte.
-Evitar los alimentos y bebidas ácidos.
-Utilizar una pasta dentífrica diseñada para ayudar a proteger los dientes ante la sensibilidad.
Aunque existen muchos métodos eficaces sin receta para el tratamiento de los dientes sensibles, siempre es recomendable consultar con su profesional dental si sigue teniendo hipersensibilidad, puesto que puede ser signo de problemas más graves.